María Ulecia

Me gusta dibujar. Soy feliz con un lápiz en la mano. Por eso estudié Bellas Artes y me dediqué una larga temporada al diseño gráfico, hasta que dejé de sentirme bien y pensé que debía dar un cambio a mi vida.

Hasta ahora he resistido muchos embates, reinventándose cada cierto tiempo pero tratando de mantener el foco en lo que me hace feliz: hacer cosas bonitas (en lo posible bien hechas) desde el corazón. Cosas de las que me gusta rodearme y que creo, contribuyen a que el mundo sea un sitio un poco más amable.

Por esas cosas de la vida que no controlamos, hace unos años recuperé una actividad manual por la que había pasado de puntillas varias veces, y me puse con ella a fondo: la cerámica. Siempre he sido muy de «a mano», así que lo mejor de la cerámica ha sido, además de volver a meter las manos en la masa, recuperar lo 100% manual. Por aquí veréis cerámica, pero también dibujos, bordados, piezas textiles y lo que se me vaya ocurriendo.

También me gusta recibir en casa. Mucho. Muchísimo. Por eso hace 21 años me embarqué en aquella aventura maravillosa que fue el Convento de La Parra, a la que seguirían micasaenlisboa, o Baixa House. Ahora me he replegado, y he creado un pequeño proyecto en el que podré seguir recibiendo con las manos (mías y vuestras) en la masa: una casa-taller de la que pronto habrá por aquí más información.

Si te gusta algo de lo que ves, o te gustaría tener alguna pieza contigo, o regalarla, por favor, envíame un mensaje a mariaulecia @ mac.com y te responderé lo antes posible. Todas las piezas que ves aquí son únicas, incluso aunque las haga con molde: es lo que tiene el trabajo hecho a mano de principio a fim, que deja huella, y no hay dos huellas iguales.

Estoy en Oporto y puedes venir a ver piezas en vivo con cita previa (al mail del párrafo anterior). Pronto tendré un rincón en Madrid dentro de otro proyecto precioso, donde habrá algunas piezas expuestas y en venta.

También soy muy cabezota. Me empeño en que las cosas salgan. Como esto de ahora que todavía no sé muy bien en qué acabará…

Y por eso de querer contribuir a que el mundo sea un sitio más amable, colaboro con una asociación que tiene el mismo empeño que yo y que está centrada en apoyo y reinserción a personas en riesgo de exclusión social: IEMACAYÉ. Una parte de los ingresos que genera mi trabajo va para su proyecto, con el que me une un fuerte lazo familiar.